Domingo XVIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A.
Aperis tu manum tuam, Domine, et satias nos.
Sal 144, 8-9. 15-16. 17-18 (R.: cf. 16)
Respuestas al Salmo Responsorial:
Abres tú la mano, Señor, y nos sacias.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.
Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.
ALELUYA
Mt 4, 4b
No solo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.