Javier Ruiz.
Recogeremos aquí algunas de las composiciones que hemos ido componiendo para las necesidades de nuestra parroquia.
Son cantos sencillos, para coros normales de parroquia. Algunos de ellos tienen varias voces. No obstante, incluso aunque las notas vayan acompañadas de la letra, estas voces adicionales estén pensadas para acompañamiento por parte de otros instrumentos, y no para canto por coros polifónicos.
Una parte muy importante de nuestro esfuerzo de composición ha ido dirigido a escribir Aleluyas con el Versículo propio de cada domingo o fiesta; ese esfuerzo está recogido en otro apartado específico de esta web.
Como ya es habitual en esta web, para cada uno de los cantos, ofrecemos varios ficheros:
- el fichero fuente (lilypond),
- cuatro partituras en formato .pdf (en tres tonos diferentes, y otra usando transporte), y
- la salida midi en dos formatos (.midi y .mp3).
Los cuatro ficheros diferentes con la partitura en formato .pdf corresponden a las partituras para saxofón en Mi bemol, para piano (tono medio), para guitarra (utilizando cejilla) y para clarinete en Si bemol (de forma que puedan utilizarse de forma conjunta). No obstante, constituyen una posibilidad más, al ofrecer el mismo canto en tres tonalidades diferentes, para que cada coro pueda elegir según su tesitura (las partituras para clarinete y saxofón se compilan de forma automática, y no están siempre revisadas):
- la primera columna, partitura en tono central (piano o guitarra),
- la segunda columna, con transporte (guitarra utilizando cejilla), y
- la penúltima columna, un tono y medio más bajo (saxofón), y
- la última columna, escrita en un tono más alto (clarinete).
Ofrecemos unos sencillos cantos para la liturgia eucarística del período de Adviento.
Cantos de entrada: "Pueblo de Sión", "Cielos, destilad desde lo alto" y "Desbordo de gozo"
Se trata de un himno procesional de entrada, pensado para ser cantado durante los cuatro domingos de Adviento, dando unidad a este tiempo litúrgico. Asimismo, se presenta una versión para la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, que se celebra siempre durante el tiempo de Adviento. Se presentan tres ficheros, ya que, conservando la misma música (salvo ligeras adaptaciones al texto), su letra es diferente.
El texto está basado en las Antífonas de Entrada que aparecen en el Libro de la Sede (edición 2018) para la misa de los domingos de Adviento y para la solemnidad de la Inmaculada Concepción:
- Domingo I: A ti levanto mi alma, Dios mío, en ti confío; no quede yo defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos, pues los que esperan en ti no quedan defraudados. (Sal 24, 1-3)
- Domingo II: Pueblo de Sión: el Señor vendrá a salvar a los pueblos y hará resonar la majestad de su voz con alegría en vuestro corazón. (Cf. Is 30, 19. 30)
- Domingo III: Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. El Señor está cerca. (Flp 4, 4-5)
- Domingo IV: Cielos, destilad desde lo alto; nubes derramad al Justo; ábrase la tierra y brote al Salvador. (Cf. Is 45, 8)
- Inmaculada Concepción: Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios: porque me ha puesto un traje de salvación y me ha envuelto con un manto de justicia, como novia que se adorna con sus joyas. (Cf. Is 61, 10)
El primero de los cantos se propone para los domingos primero y segundo de Adviento (recoge las antífonas de los domingos segundo y primero), y el segundo para utilizarlo en los domingos tercero y cuarto (recoge las antífonas correspondientes a los domingos cuarto y tercero). El tercer canto se propone para el día de la Inmaculada Concepción. Los tres cantos, además de tener la misma música, recogen como hilo conductor las súplicas que nos acompañan durante este tiempo litúrgico: "Ven, Señor, no tardes más. Ven Señor. Maranatha.", dándoles unidad. Para asambleas más modestas, donde sea un trabajo importante cambiar de letra cada dos semanas, podrían utilizarse cualquiera de las dos primeras versiones indistintamente.
- Pueblo de Sión (domingos I y II de Adviento)
- Cielos, destilad desde lo alto (domingos III y IV de Adviento)
- Desbordo de gozo (Inmaculada Concepción)
Encendido de la Corona de Adviento: "Luz de nuestro Adviento"
El símbolo de la Corona de Adviento no aparece en el Misal. Sin embargo, este momento cada vez se celebra más en nuestras eucaristías dominicales, como prueba de que la liturgia del Pueblo de Dios es una liturgia viva. Poquísimos cantos existen, en modesto conocimiento de quien escribe, para acompañar este momento.
Por este motivo, y utilizando para el estribillo la misma música del Canto de Entrada anterior, porque de hecho viene a ser la continuación del mismo (estamos aún en los ritos de entrada), proponemos este canto para acompañar el momento del encendido de la correspondiente vela de la Corona de Adviento. Se utilizará los domingos de Adviento, y no en las solemnidades o fiestas que pudieran caer en período de Adviento, ya que en esas festividades no se enciende una nueva vela (por ejemplo, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción).
Las estrofas toman su motivo de las lecturas evangélicas que el Leccionario nos propone para los cuatro domingos correspondientes. Así, cada estrofa está basada en los tres evangelios (ciclos A, B y C) para cada uno de los cuatro domingos:
- Domingo I: Mt 24, 37-44 (A), Mc 13, 33-37 (B) y Lc 21, 25-28. 34-36 (C)
- Domingo II: Mt 3, 1-12 (A), Mc 1, 1-8 (B) y Lc 3, 1-6 (C)
- Domingo III: Mt 11, 2-11 (A), Jn 1, 6-8. 19-28 (B) y Lc 3, 10-18 (C)
- Domingo IV: Mt 1, 18-24 (A), Lc 1, 26-38 (B) y Lc 1, 39-45 (C)
El estribillo, común para los cuatro domingos, nos recuerda que nuestra vida es un Camino, y pedimos al Señor al que esperamos que sea nuestra luz y nuestra fuerza. La vela que se enciende es símbolo de la luz del Enmanuel, "Dios con nosotros". Las súplicas que nos acompañan durante este tiempo litúrgico: "Ven, Señor, no tardes más. Ven Señor. Maranatha.", que ya aparecían en el Canto de Entrada, resuenan de nuevo en el estribillo durante el encendido de la corona.
- Luz de nuestro Adviento (domingos de Adviento)
- Luz de nuestro Adviento (domingos de Adviento, estrofas una a una)
Acción de gracias
Como canto de acción de gracias, proponemos este soneto con texto de Vicente Hernández Alfonso.
Santo para Navidad
Presentamos un sencillo Santo para Navidad, de tipo responsorial, que va repitiendo cada frase para hacer más sencilla la participación de la Asamblea (en la repetición, se introduce una segunda voz para el coro). Escrito en ritmo ternario, favorece el acompañamiento por instrumentos percusivos típicos de la Navidad.
Canto de entrada: "Cambia el corazón"
Presentamos un canto de entrada, escrito en tono menor, pensado para ser cantado durante los cinco domingos de Cuaresma, así como el Miércoles de Ceniza, dando unidad a todo este tiempo litúrgico preparatorio de la Pascua. Se presentan dos ficheros, uno con las seis letras en la misma partitura, y otro separando las letras en distintos sistemas, para hacer más sencilla la interpretación.
El texto está tomado, con muy ligeras modificaciones para poder acomodar los seis textos a la misma melodía, de las Antífonas de Entrada tal y como aparecen en el Libro de la Sede (edición 2018) para la misa del Miércoles de Ceniza y de los cinco domingos de Cuaresma:
- Miércoles de Ceniza: Te compadeces de todos, Señor, y no aborreces nada de lo que hiciste; pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan, y los perdonas, porque tú eres nuestro Dios y Señor. (Cf. Sab 11, 23-24)
- Domingo I: Me invocará y lo escucharé; lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días. (Sal 90, 15-16)
- Domingo II: Oigo en mi corazón: "Buscad mi rostro". Tu rostro buscaré, Señor. No me escondas tu rostro. (Sal 26, 8-9) (existe otra alternativa)
- Domingo III: Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él saca mis pies de la red. Mírame, oh Dios, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido. (Sal 24, 15-16) (existe otra alternativa)
- Domingo IV: Alégrate, Jerusalén, reuníos todos los que la amáis, regocijaos los que estuvisteis tristes para que exultéis; mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos. (Cf. Is 66, 10-11)
- Domingo V: Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa contra gente sin piedad; sálvame del hombre traidor y malvado, porque tú eres mi Dios y mi fortaleza. (Cf. Sal 42, 1-2)
Misa de San Fernando
Presentamos una Misa completa, apropiada para el Tiempo Ordinario. La hemos denominado de San Fernando.
Acto Penitencial
Comenzamos esta misa con el Acto Penitencial. Dos versiones, en griego (Kyrie), y en castellano (Señor, ten piedad). La melodía de este Kyrie será la base para el estribillo del Credo.
Gloria de San Fernando
Presentamos a continuación un sencillo, alegre y sincopado Gloria, apropiado para el Tiempo Ordinario. Lo llamaremos Gloria de San Fernando, porque lo compusimos hace unos meses para celebrar el XXV aniversario de nuestra parroquia.
Este Gloria puede cantarse en forma directa, tal y como está escrito, o puede también cantarse de forma responsorial, repitiendo los ocho primeros compases a lo largo del Gloria, intercalándolo entre verso y verso, o después del segundo y tercero. No debería repetirse al final, después del Amén final. Los cantos responsoriales son muy apropiados para fomentar la participación de la Asamblea que, al menos en el estribillo, tendrán una posibilidad más cierta de unirse con el canto.
Por otro lado, la melodía de los distintos versos es la misma, excepto en el verso central (número 3), donde se hace más grave y lenta, acompañando al texto en que pedimos al Cordero de Dios que tenga piedad de nosotros y atienda nuestras súplicas.
Credo de San Fernando
Rarísimas veces (por no decir nunca) se canta en nuestras Eucaristías el Credo. Siendo parte del Propio de la Misa, ha quedado tan olvidado que ni siquiera los compositores dedican su tiempo a componerlos. Como botón de muestra, basta mirar los Cancioneros más usados para ver la ausencia casi total de propuestas.
Se trata de un canto difícil, puesto que el texto no ayuda en absoluto a musicalizarlo de forma sencilla. Las únicas propuestas en lengua vernácula conocidas por un servidor son melodías no previsibles, nada repetitivas. Muy difícil que una Asamblea normal participe en el canto de un tema que dura unos cinco minutos, y cuya música no está estructurada. Incluso aunque la letra sea conocida por todos.
Con la audacia (quizá el atrevimiento) propio de quien no tiene nada que perder, me atrevo en lo que sigue a hacer una propuesta que ha partido de varios presupuestos:
- Optamos por el Credo de los Apóstoles en lugar del Credo niceno-constantinopolitano, por ser más breve y sencillo, y por tanto más corto; pero respetando la literalidad de su texto.
- Presentamos un Credo compuesto en forma responsorial. Con un estribillo que toma la síntesis del Símbolo de los Apóstoles, pero también de forma literal: "Creo en Dios, Padre todopoderoso. Creo en Jesucristo, su único Hijo. Creo en el Espíritu Santo. Amén", y lo introduce cuatro veces, al principio, entre cada una de las tres partes que completan el Credo (Padre, Hijo y Espíritu), y de nuevo al final. La ventaja de este carácter es que el pueblo, si tiene dificultad para asimilar el canto, de unos cinco minutos de duración, al menos tendrá la posibilidad de unirse en el canto de este estribillo que es el resumen de nuestra fe.
- A pesar de la dificultad, por tratarse de un texto con frases muy desiguales, hemos intentado escribir un canto que repita varias veces, aunque con algún cambio que no hemos podido evitar, una melodía sencilla. Ello puede hacerlo algo reiterativo, especialmente en su parte central ("Creo en Jesucristo ...") por ser más larga. Era la opción necesaria para tener más posibilidades de que el pueblo llegue a asimilarlo y cantarlo.
- Además, tanto en el estribillo como en cada uno de sus números, está escrito de forma que se alternan pasajes al unísono, y la respuesta a dúo a cada uno de esos pasajes. Quizá esto ayude también a que el pueblo se una al canto, aunque sea en las respuestas en cada uno de los pasajes.
- Cada número del Credo (cada "estrofa") intenta adaptarse a esta melodía sencilla que se repite. Nos hemos visto obligados, sin embargo, a utilizar un par de recursos para adaptar el texto:
- usar repeticiones de sintagmas en un par de ocasiones
- añadir un par de compases "extra" en el número 2 para adaptar el texto
- utilizar una versión "corta" de la melodía base para los números 1 y 5
- De esta forma, la melodía base para la estrofa (números 3, 4 y 6), con 13 compases de duración, pasa a 17 compases en el caso del número 2, y a 9 en el caso de los números 1 y 5.
Aunque presentamos este Credo para el Tiempo Ordinario, somos conscientes de que (si es que acaso se canta en alguna ocasión) no sería precisamente en el Tiempo Ordinario, sino en alguna ocasión especial.
Santo de San Fernando
Con la misma melodía del estribillo del Gloria, presentamos aquí nuestro Santo de San Fernando.
Cordero de Dios de San Fernando
Y finalmente, y también con la misma melodía del estribillo del Gloria, presentamos aquí nuestro Cordero de Dios de San Fernando.
Ave María
Canto final para la Virgen.