Domingo III de Cuaresma. Ciclo B.
Domine, verba vitae aeternae habes.
Sal 18, 8. 9. 10. 11 (R.: Jn 6, 68c)
Respuestas al Salmo Responsorial:
Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila.
VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO
Cf. Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo,
que entregó a su Unigénito;
todo el que cree en él tiene vida eterna.