Domingo XXVI del Tiempo Ordinario. Ciclo B.
Iustitiae Domini rectae,
laetificantes corda.
Sal 18, 8. 10. 12-13. 14 (R.: 9ab)
Respuestas al Salmo Responsorial:
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes.
El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
También tu siervo es instruido por ellos
y guardarlos comporta una gran recompensa.
¿Quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta.
Preserva a tu siervo de la arrogancia,
para que no me domine:
así quedaré limpio e inocente
del gran pecado.
ALELUYA
Cf. Jn 17, 17b. a
Tu palabra, Señor, es verdad;
santifícanos en la verdad.