Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario. Ciclo B.
Tu es, Domine, pars hereditatis meae.
Sal 15, 5 y 8. 9-10. 11 (R.: 1b)
Respuestas al Salmo Responsorial:
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa,
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa esperanzada.
Porque no me abandonarás en la región de los muertos
ni dejarás a tu fiel ver la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
ALELUYA
Lc 21, 36abd
Estad despiertos en todo tiempo,
pidiendo manteneros en pie ante el Hijo del hombre.