Bautismo del Señor. Ciclo C (opcional).
Benedic, anima mea, Domino;
magnificatus es vehementer.
Sal 103, 1b-2. 3-4. 24-25. 27-28. 29-30 (R.: 1ab)
Bendice, alma mia, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto.
Extiendes los cielos como una tienda.
Construyes tu morada sobre las aguas;
las nubes te sirven de carroza,
avanzas en las alas del viento;
los vientos te sirven de mensajeros;
el fuego llameante, de ministro.
Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.
Ahí está el mar: ancho y dilatado,
en él bullen, sin número,
animales pequeños y grandes.
Todos ellos aguardan
a que les eches comida a su tiempo:
se la echas, y la atrapan;
abres tu mano, y se sacian de bienes.
Escondes tu rostro, y se espantan;
les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.
ALELUYA
Cf. Lc 3, 16
Viene el que es más fuerte que yo -dijo Juan-;
él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.