Domingo XXVII del Tiempo Ordinario. Ciclo C.
Utinam hodie vocem Domini audiatis,
nolite obdurare corda vestra.
Sal 94, 1-2. 6-7c. 7d-9 (R.: cf. 7d-8a)
Respuestas al Salmo Responsorial:
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
"No endurezcáis vuestro corazón".
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
"No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras".
ALELUYA
Cf. 1 Pe 1, 25
La palabra del Señor permanece para siempre;
esta es la palabra del Evangelio que os ha sido anunciada.