Domingo VII del Tiempo Ordinario. Ciclo B.
Sana animam meam, Domine,
quia peccavi tibi.
Sal 40, 2-3. 4-5. 13-14 (R.: 5b)
Sáname, Señor,
porque he pecado contra ti.
Dichoso el que cuida del pobre;
en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.
El Señor lo guarda y lo conserva en vida,
para que sea dichoso en la tierra,
y no lo entrega a la saña de sus enemigos.
El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor,
calmará los dolores de su enfermedad.
Yo dije: "Señor, ten misericordia,
sáname, porque he pecado contra ti".
A mí, en cambio, me conservas la salud,
me mantienes siempre en tu presencia.
Bendito el Señor, Dios de Israel,
desde siempre y por siempre. Amén, amén.
ALELUYA
Lc 4, 18
El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad.