Domingo IV de Pascua. Ciclo B.
Lapidem quem reprobaverunt aedificantes,
hic factus est in caput anguli.
Sal 117, 1 y 8-9. 21-23. 26 y 28-29 (R.: 22)
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo la hecho,
ha sido un milagro patente.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor.
Tú eres mi Dios, te doy gracias;
Dios mío, yo te ensalzo.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
ALELUYA
Jn 10, 14
Yo soy el Buen Pastor -dice el Señor-,
que conozco a mis ovejas,
y las mías me conocen.