Domingo IV del Tiempo Ordinario. Ciclo C.
Os meum annuntiabit salutare tuum, Domine.
Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17 (R.: cf. 15ab)
Respuestas al Salmo Responsorial:
Mi boca contará tu salvación, Señor.
A ti, Señor, me acojo:
no quede yo derrotado para siempre.
Tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído y sálvame.
Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa.
Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías.
Mi boca contará tu justicia,
y todo el día tu salvación,
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas.
ALELUYA
Lc 4, 18
El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad.